
Lo que ocurre es que en el caso del checo su condición de jugador de formación no está clara. Al igual que con el jugador del CAI Zaragoza, Henk Norel, tal condición fue establecida como provisional al denunciar al ABP que no cumplía con todos los requisitos.
Mientras, Cajasol sabe que no puede aspirar a retenerlo mucho más y lo tiene en el mercado. Su cláusula de salida es de 500.000 euros, pero está claro que nadie alcanzará tal cifra, y más por un jugador que mira hacia la NBA. Le resta un año de contrato y su ambición le lleva hasta el otro lado del Atlántico. En tales circunstancias, lo mejor sería hacer caja.
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